-¿Qué podría decirte yo, oh venerable?... ¿Que buscas demasiado? ¿Que es a fuerza de buscar que no encuentras?
-¿Cómo?
-Al buscar -continuó Siddhartha-, ocurre fácilmente que nuestros ojos sólo ven el objeto que perseguimos. Por ello, porque todo lo demás es inaccesible a nuestros ojos, porque sólo pensamos en aquella meta que nos hemos fijado, ésta nos posee por entero y nos hace imposible el encontrar.
Quien dice buscar, significa un fin. Pero encontrar es ser libre, estar abierto a todo, no tener fin determinado alguno. Tú, venerable, sin duda buscas en verdad, pero la meta que tienes ante tus ojos y tratas de alcanzar te impide justamente ver lo que muy próximo a ti se halla.
-¿Cómo?
-Al buscar -continuó Siddhartha-, ocurre fácilmente que nuestros ojos sólo ven el objeto que perseguimos. Por ello, porque todo lo demás es inaccesible a nuestros ojos, porque sólo pensamos en aquella meta que nos hemos fijado, ésta nos posee por entero y nos hace imposible el encontrar.
Quien dice buscar, significa un fin. Pero encontrar es ser libre, estar abierto a todo, no tener fin determinado alguno. Tú, venerable, sin duda buscas en verdad, pero la meta que tienes ante tus ojos y tratas de alcanzar te impide justamente ver lo que muy próximo a ti se halla.
Siddhartha Gautama (566-478 a. C.)
...esta es tu historia, la de un príncipe que salió de viaje y cambió la visión de la Humanidad hace más de 2500 años. Yo, si me lo permitieras, te anunciaría que todavía la gente arrasa como el mejor de los depredadores y se pudre con una sonrisa llena de larvas con su misma mirada...
Oh iluminado, si caminarás una vez más por nuestro verde y enfermizo planeta te preguntaría si comprarías bonos del Tesoro Público. Al fin y al cabo es como una empresa esto de las religiones y 400 millones de almas te siguen y te veneran como a un Dios. Lo que tu jamás quisiste, porque tu palabra niega la existencia divina. Yo acercaría mi hocico a tu oído levemente y te aconsejaría que escribieras un libro de autoayuda para transformar esos millones de fieles en dólares...
Oh iluminado, aquel que ha fornicado inmerso en el lujo y su semen ha hecho estragos, si deambularas por nuestras ciudades una vez más quizá volverías a la espiral del placer. Darías paso a la escatología y harías del dolor una mezcla más suave. Ahora todo huele a fluidos y a viñedos tiránicos pero yo te entregaría mi cuerpo y mis labios para pedirte fruta y hacer zumo a la luz de la Luna...
Oh iluminado, tú que recorriste tu interior para encontrarte con tu maldad y sufrimiento, yo te revelaría como nosotros nos tragamos estos males y los catalizamos a través del Orfidal indulgente...
Y finalmente, oh iluminado, te suplicaría que ignoraras todos mis consejos pero que me aceptaras tal como soy, formidablemente imperfecto, porque a pesar de que los deseos son los causantes de la insatisfacción, de la frustación y del sufrimiento no puedo mantener mi mente alejada de la ignorancia, el odio, el miedo, la ambicion y la falsa ilusión...
Oh iluminado, si caminarás una vez más por nuestro verde y enfermizo planeta te preguntaría si comprarías bonos del Tesoro Público. Al fin y al cabo es como una empresa esto de las religiones y 400 millones de almas te siguen y te veneran como a un Dios. Lo que tu jamás quisiste, porque tu palabra niega la existencia divina. Yo acercaría mi hocico a tu oído levemente y te aconsejaría que escribieras un libro de autoayuda para transformar esos millones de fieles en dólares...
Oh iluminado, aquel que ha fornicado inmerso en el lujo y su semen ha hecho estragos, si deambularas por nuestras ciudades una vez más quizá volverías a la espiral del placer. Darías paso a la escatología y harías del dolor una mezcla más suave. Ahora todo huele a fluidos y a viñedos tiránicos pero yo te entregaría mi cuerpo y mis labios para pedirte fruta y hacer zumo a la luz de la Luna...
Oh iluminado, tú que recorriste tu interior para encontrarte con tu maldad y sufrimiento, yo te revelaría como nosotros nos tragamos estos males y los catalizamos a través del Orfidal indulgente...
Y finalmente, oh iluminado, te suplicaría que ignoraras todos mis consejos pero que me aceptaras tal como soy, formidablemente imperfecto, porque a pesar de que los deseos son los causantes de la insatisfacción, de la frustación y del sufrimiento no puedo mantener mi mente alejada de la ignorancia, el odio, el miedo, la ambicion y la falsa ilusión...
¿Y qué diría el Señor Herman Hesse, de todo esto?
ResponderEliminarPues diría algo así como los Upanishandas de Samaveda:
ResponderEliminar"Tu alma es el mundo entero"
Yo votaría porque fueses el próximo Dalai Lama XD
ResponderEliminarMe lo pasaría muy bien...
ResponderEliminarMis enseñanzas se asentarían en el consumo de lombarda cocida a todas horas ;=)
Entonces habría que firmar 21847687562428715681 protocolos de Kyoto contra las emisiones contaminantes!!!
ResponderEliminarPobre buda !!!
ResponderEliminarJajajajaaaa.
Saludos ETERNOS.
cuanto menos desees y mas aprecies loq tienes mejor
ResponderEliminarsufrir es optativo,y yo he elejido sufrir para encontrar una felicidad mejor...
Buda es mi superhéroe favorito :=)
ResponderEliminar(Proximamente Jesús)
Siddhartha, Bodhidharma, Lao Tse... qué grandes.
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