Maldita sea la cocina submarina y todo lo que la acontezca. Enormes besugos al horno planean conquistarnos con sus magníficas miradas, doradas a la sal acechan en las lagunas sin fondo, rapes a la plancha tejen venganzas en las limosas profundidades... y a pesar de todo esto, no hay ni un solo día en que no deje de odiar al bacalao salvaje y a sus brillantes escamas...
El otro día oí un grito salir de la nevera:
"¡Cacho golfo, alcohólico de mierda, rata de cloaca!"
Era el berrido del bacalao que tenía semi devorado en el frigorífico...
"¡Déjate de juergas y mázate, dedícate a plantar margaritas, pero sobretodo MÁ-ZA-TE!"
El guiso de pescado no paraba de chillar por sus branquias. Yo por supuesto le ignore, pero el muy cabrón seguía vociferando...
El salmonete es majete, el emperador es muy digno y las gulas muy folclóricas; pero el bacalao es el ser más indeseable que os podáis encontrar. Estos peces son géminis, tienen dos caras, y tras sus escamas se encuentra una criatura tan vacía como la cuenca derecha de Adam von Neipper...
"Los bastardos franceses me sacaron un ojo pero no el cerebro"Ya sé como terminan los destierros del bacalao en la nevera. El hijo de la grandísima puta se dedica a hacer un motín con la pizza americana sospechosamente congelada, los guisantes del gigante extraterrestre y los helados belgas. Algo ridículo se transforma en un conflicto internacional...
Así que lo mejor, como si uno se cosiera los párpados con hilo dental (el cretino de Adam von Neipper solo podría coserse uno), es cerrar el frigorífico despacito mirando hacia otro lado, siempre esperando que el tiempo consiga callar los alaridos de la entidad escamada. Eso si, llenándola de úlceras, hongos y otras atrocidades...
Touché!!!!. ¿Y qué opinas de los espárragos blancos?
ResponderEliminarLos esparragos blancos y verdes son útiles aliados obscenos que nos purifican y nos transforman la orina en un arma de destrucción masiva...
ResponderEliminarJajajjjaajaja, y tanto, un plato de espárragos vale por dos fugas de chernobil.
ResponderEliminarQuien más quien menos Tenemos una doble moral salpicada por la sociedad q nos rodea por muy modernos y independientes que seamos.Pero nosotros mismos sabemos lo que en el fondo esta mal sin que nadie nos lo diga...
ResponderEliminarun beso enano cabrón
Joder... soy géminis, me estás comparando con un puto tuerto? oh, maldita tu demencia mental... es tremenda.
ResponderEliminarEl bacalao es cruel, luego dicen de la japuta pero no. Quien nos escupiría cianuro si pudiera es el bacalao... y su pil pil no es más que un falaz juego de palabras que nos destruirá el cerebro haciendo que salga por cada poro de nuestra piel. Sudaremos masa gris, hell yeah!
Oh... por cierto, soy una indecente y desagradecida muchacha, pseudomujer o cosa que no ha dicho nada acerca de tus halagos a mi blog. Es un puto blog para enfermos, NO lo leas o se te derretirán las retinas. No obstante, muchas gracias... ando pensando cuál será mi próxima oda. Alguna llena de odio quizá.
Sí...creo que postear a las 3 menos veinte de la madrugada no me hace bien, qué verborrea tan vacua e insustancial.
Que la gravedad del odio nos perfore el cerebro desde la primera estrofa de tu nueva oda hasta la última !!!
ResponderEliminarAlguien que es capaz de cantar a la morcilla, al pan, al queso... merece contemplar desde un privilegiado palco el final de los días de la raza humana, que como bien sabes aterrizará en el 2012...
Saludos !!!
Muy bueno, jeje
ResponderEliminarMe gusta ese toque surrealista. Me hace conectar con una parte de mí mismo incomprendida en sociedad, aunque no en mí círculo social de individuos estraños, especialmente seleccionados y apreciados porque cada uno es raro a su manera.
Saludos,