Radiación 2012

Cada vez que mis glúteos se posan en la taza del váter mis ancestros se ponen en contacto conmigo. Me dicen "no te avergüences, nosotros y toda la Humanidad hace la ceremonia excretal" y me pregunto:

¿Qué fue antes la mente o la materia?

¿Somos carne banal, pescado frívolo o acaso existe una voluntad?

En cada segundo de nuestras vidas hay voluntad. Como si fuéramos un vulgar experimento nazi, 10 millones de nuestras células mueren cada segundo. Un segundo más y afloran otros 10 millones de células para remplazar a las ausentes. Y es en cada uno de esos segundos donde tienen lugar 10.000 reacciones químicas en mi entidad y en la de todos vosotros. Si compartimos una extraña inteligencia que nos mantiene con vida, si compartimos un orden en nuestras células ¿Cabe la posibilidad que compartamos algo más allá de la materia?

Compartimos un cáncer imaginario desde hace mucho tiempo. El hombre forma parte de un espíritu de más de 7 mil millones de almas, pedazos de algo ya olvidado, conciencias que actúan como células que mueren y nacen incesantemente. Estamos desconectados de nuestra naturaleza y cargamos las células con tumores de vanidad, egoismo y violencia en eterna competición. Y es entonces cuando lo cancerígeno creado se derrama como la corrida de un eclipse en las células de la Humanidad...

¿Donde está el papel higiénico cuando más lo necesito?

¿Donde está el antídoto para los seres vacíos privados de espiritualidad?

La enfermedad es una ilusión. Imposible la desintegración cuando nuestra conexión esta más allá de la mente, las estrellas y de un mismo pasado: la vagina humana. Sometamos nuestras células a una insólita radiación para exterminar cefalomas, demos la bienvenida a la radiación 2012. Empecemos a recordar. Nos necesitaremos todos...